VIVIR ALEGRES EL EVANGELIO
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- Creado en Lunes, 08 Mayo 2017 00:49
- Escrito por Padre Amable
MISA CRISMAL
Por José Dionicio Núñez-Fotos Jesus Santana
SAN FRANCISCO DE MACORÍS.-El obispo de esta diócesis al expresar la alegría y satisfacción al celebrar el Jueves Santo la institución del sacerdocio, agradeció a sus presbíteros la fidelidad, por su trabajo y entrega, por su dedicación, sus esfuerzos, su alegría y Espíritu de servicio en favor del pueblo de Dios, al tiempo de exhortarles vivir el evangelio de un modo alegre, tal como lo vivió la comunidad de los discípulos.
Monseñor Fausto Mejía en su homilía en la Misa Crismal dijo sentirse altamente regocijado por la entrega y dedicación de los sacerdotes que desarrollan su labor evangelizadora, y aprovechó para reiterar su gratitud por la perseverancia
de cada sacerdote al mantenerse confiado y fiel a la llamada de Cristo, el Señor.
Al destacar los grandes retos y desafíos que vive el país, en medio de tanta oscuridad y un panorama sombrío existe la firme disposición de un pueblo en seguir luchando y trabajando con la fe puesta en el Señor, que más temprano que tarde actúa, enfatizó el obispo Mejía Vallejo.
El más alto prelado católico en esta diócesis al mostrar su alegría, dio gracias a Dios, valorando los años de entrega generosa, de fidelidad y sacrificio por tantas bendiciones recibidas, refiriéndose a los 56 años de sacerdocio de Monseñor Jesús María de Jesús Moya, nuestro obispo emérito, los 39 años de vida sacerdotal de los padres Dionisio Suárez y Félix Rosario, los 37 años del P. Oscar Peña y Niño Castro, este último está enfermo en Santiago.
Monseñor Fausto Mejía siguió destacando además, los 36 años del P. Carmelo Santana y Leonardo Adames, los 45 del padre Alejandro Ulpino, los 34 de Jesús María Baret, los 32 del padre Moncho, los mas de 30 de los padres Luis Duarte, Pelagio Taveras, Benito, y Luis Olivares.
En su intervención el obispo Mejía Vallejo reconoció la hermosa labor de estos sacerdotes y su apostolado a favor de nuestra Iglesia, señalando que no había espacio ni tempo suficiente para nombrar otros tantos servidores de esta grey, pues son muchos. No obstante se refirió a que dentro de poco cumplirán su primer año de vida sacerdotal, los que definió como los cuatro jinetes del apocalipsis: José Luis, Carmelo Méndez, Pablo Serrano y Ezequiel Martínez.
“Tenemos varios sacerdotes que están prestando su colaboración en otros lugares, citando al padre Eladio Díaz, en la Universidad de Puerto Rico, el padre Alfredo de la Cruz en la PUCMM, Zacarías Castro en el Seminario Santo Tomás de Aquino, y Teobaldo Rosario en el filosofado de Santiago y el padre Luis Olivares en Nueva York”. Dijo el obispo Mejía.
Mejía Vallejo refirió además a otros sacerdotes que se encuentran fuera de esta diócesis y del país estudiando como son el padre Marcos Argelis Vásquez, que se encuentra en Roma y el padre Darwin Rosario en Austria
“Hoy es un día especial y grande para nosotros porque tenemos la hermosa oportunidad de decir sí de nuevo al Señor y a la Iglesia, renovando nuestra promesa sacerdotal”, explicó el obispo Fausto Mejía.
Sostuvo que en el año 2009 el Papa Benedicto XVI refiriéndose a la hermosa tarea del sacerdocio afirmó: ”El sacerdote es el amor del corazón de Jesús”, citando al Santo Cura de Ars; y señalaba que “el sacerdote no es sólo un regalo para la Iglesia, sino también para la familia, el país y la humanidad.
Y proseguía: “atención a ustedes fieles: “como no destacar sus esfuerzos apostólicos, su servicio infatigable y oculto, su caridad que no excluye a nadie? Y qué decir de la fidelidad entusiasta de tantos sacerdotes que a pesar de las dificultades e incomprensiones, perseveran en su vocación de amigos de Cristo, por ser elegidos y enviados por Él. ¿Cómo no recordar a tantos ofendidos de su dignidad, obstaculizados en su misión, a veces incluso perseguidos hasta ofrecer el supremo testimonio de su sangre? En estos momentos son muchos los sacerdotes, laicos y religiosas que están ofrendando su vida en Irak, en Siria, en Colombia, en algunos países africanos.
El obispo Fausto Mejía recordó las sabias palabras de Benedicto XVI, en su Exhortación Deus Caritas Est N. 28: “La iglesia tiene la responsabilidad de formar a los cristianos y sensibilizarlos sobre la justicia social, el bien común, el desarrollo integral, la implantación de la economía solidaria, la ética cristiana, el gasto social, la dignidad humana y la cultura de la responsabilidad”.
Al concluir su homilía de la misa Crismal, el jueves Santo, Mons. Fausto Mejía hizo mención del Documento de Aparecida en el N. 548 que nos exhorta a “salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de sentido, de verdad, de amor, de alegría y esperanza.”
Finalmente el obispo de esta diócesis hizo un vehemente llamado a sus sacerdotes: que vivamos “el evangelio de un modo alegre tal como lo vivió la comunidad de los discípulos; que es la misma alegría de los 72 cuando regresaron de la misión que se les encomendó.”
