San Francisco de Macorís.- con una concurrida asistencia de fieles, especialmente sacerdotes y religiosas se celebró en la catedral Santa Ana de esta ciudad, el martes 2 de Febrero a las 4 de la tarde el día de de la vida consagrada, con la Eucaristía presidida por Monseñor Fausto Mejía Vallejo, obispo de esta Diócesis, quien inicio su homilía con un aplauso de felicitación para todos los consagrados y consagradas.
El Obispo expresó su alegría por la asistencia de los sacerdotes y religiosas, en su homilía enfatizó la hermosura de la fiesta de la Presentación de Jesús, en la cual encontramos al anciano Simeón, un hombre de fe que aguardaba la promesa del señor, pudo reconocer al
Mesías entre tantos niños, llegan José y María con el niño, a quien toma en sus brazos.
Los consagrados (as), dijo el obispo, somos como Simeón, consagrados desde el bautismo y llamados a anunciar el evangelio, hemos de tener un sentido profundo de fe, confianza y esperanza, superando las crisis, que también forman parte del proceso.
Junto al Papa Francisco, invitó a vivir el pasado con gratitud, el presente con pasión (pasión por el reino) y el futuro con esperanza.
Cada uno debe hoy decir: gracias Señor por el carisma recibido de Dios y de acuerdo al carisma del fundador.
La liturgia estuvo animada por el coro de la parroquia san Pablo Apóstol, y se concluyó con un brindis para los presentes.
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